¿Cómo influye altitud en la calidad de la uva?

En Vinazares elaboramos vino de altura extrema.

Nuestro viñedo, a 1373 m. de altitud es el más alto de la Europa continental. ¡Mientras nadie levante la bandera diciendo lo contrario, claro está!

La altitud es el pilar sobre el que se sostiene nuestro proyecto. Obviando todas las dificultades que comporta cultivar en alta montaña, hemos apostado por este enclave por los factores que nos aporta para elaborar un vino de altura a partir una uva de gran calidad.

Somos de los que entienden que para lograr un gran vino, con la mínima intervención, es preciso partir de una gran uva . Y en eso estamos; experimentando … aprendiendo sobre un lugar único que nos da unas uvas excepcionales. Unas uvas con las que elaborar vinos equilibrados, únicos, sin necesidad de artificios enológicos.

¿Aporta la altitud factores de equilibrio al vino?

La amabilidad en boca de un vino de altura viene determinada, en gran medida, por el equilibrio entre su grado alcohólico y su acidez

El grado alcohólico viene dado por el contenido en azúcar de la uva, y éste por su grado de maduración. En un clima caluroso las uvas alcanzan un alto grado de madurez y, con ello, aportan al vino sus aromas frutales. La acidez viene incorporada en la uva proporcionando frescura al vino. Esta acidez se va degradando conforme la uva madura, y tanto más conforme mayor es la velocidad de maduración.

Por contraste, las regiones cálidas dan vinos potentes y las regiones frías, donde la uva no alcanza su madurez plena, dan vinos vivos y menos expresivos. En los extremos encontramos vinos demasiado corpulentos o demasiado ácidos, incluso amargos, que precisan de intervención en bodega para matizar estas sensaciones.

Estos son tres de los factores que la altitud del viñedo aporta a la maduración equilibrada de la uva y su calidad:

  • Amplitud térmica
  • Gradiente térmico entre el día y la noche
  • Indice UV

Influencia de la amplitud térmica en calidad de la uva de un vino de altura

Un factor que favorece que la uva conserve una buena acidez hasta su entrada en bodega es la amplitud térmica del viñedo. Esta amplitud térmica viene definida por la diferencia de temperatura entre el día y la noche. En general, se considera que a mayor amplitud térmica se obtienen uvas de mayor calidad; la uva madura más lentamente sin degradar su carga de acidez.

Imagen del blog de Ricardo Sanchoyarto

En la Península, la amplitud térmica se sitúa entre los 6 grados de la costa de Galicia, donde los vinos se caracterizan por su notable acidez, y los 21 grados que se dan mayoritariamente en La Mancha donde, sin embargo, los vinos se caracterizan por ser musculosos, sin que se encuentre fácilmente el equilibrio buscado.

Influencia del contraste térmico entre la noche y el día en la calidad de la uva

Pero existe un factor añadido de mayor relevancia aún para obtener uvas de calidad. Aunque la amplitud térmica sea menor, es importante que las temperaturas no sean muy elevadas durante el día y las noches sean lo más frescas posibles. De esta forma la retención de aromas y acidez es mucho mayor. La maduración se frena con las bajadas de temperatura nocturnas.

En Inazares, donde se ubica nuestro viñedo, las máximas diurnas alcanzan los 35ºC, en época de maduración de la uva, y las mínimas nocturnas los 15ºC. Este gran diferencial viene determinado por la altitud. Por cada 100 metros de altitud la temperatura baja desde 0,5ºC a 1,3ºC, en función del diferencial de humedad ambiente. La región de Murcia se caracteriza por su calor extremo. Sin embargo, a tan solo una hora de distancia con la capital, Inazares registra en cualquier momento entre  8 y 17 grados menos de temperatura.

Influencia del índice UV en la calidad de la uva de un vino de altura

El otro factor que influye en la calidad de la uva es la luminosidad, el índice UV (radiación ultravioleta). La luminosidad influye notablemente en el espesor del hollejo de la uva, donde se concentran los aromas y el color de la uva. Por efecto de la incidencia de los rayos uva, la uva tiende a protegerse engrosando el espesor de su hollejo y así sus aromas.

El pico del Obispo (2015m), ubicado en Inazares, mantiene junto al Veleta (3400m, en Granada, el mayor nivel de la escala UV durante todo el año. Ello es debido no solo a su altitud sino también a sus 300 días de sol, y a la limpieza atmosférica. Esta limpieza viene favorecida por la extremadamente baja humedad ambiental (22%). No en vano, la NASA calificó, en el año 2000, el cielo de Inazares como el más limpio de la Península para la observación astronómica.

 

Lo que hace único el viñedo de Inazares es la combinación de su latitud, al sur del Mediterráno, con una altitud límite. Un lugar que reúne los factores de mayor amplitud térmica, con noches de verano frías y un indice UV Extremo, al tiempo que disfruta de 3.000 horas de sol al año.

El terroir de Inazares ofrece unas uvas fantásticas. Unas bayas muy pequeñas, con una gran proporción de hollejo, cargadas de aromas, de color y de acidez que las hacen ideales para la elaboración de un vino de altura equilibrado, fresco y aromático. Un vino español que apenas necesita intervención en bodega para obtener la calidad deseada.

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