El daño causado por el pedrisco del mes de junio ha sido importante, pero la planta ha logrado reponerse gracias al tratamiento fungicida y practicado con productos ecológicos.
Se ha llevado a cabo dos pases de fertirrigación durante la campaña.
Los primeros brotes dan muestra desde el 10 de abril. El 21 de abril se ha iniciado la foliación. El 15 de mayo aparecen las inflorescencias. el 20 de junio se produce la floración con un cuajado uniforme.
No ha faltado el agua, pero aún así el riego se ha limitado a 185 litros por cepa, durante el verano.
Las cepas, que aún tienen 5 años, son muy delgadas; las más evolucionadas apenas tienen 2 cm de diámetro. A esta altitud y con este clima, el crecimiento es muy contenido. Las raíces están haciendo su trabajo afianzándose al terreno y profundizando entre las capas de caliza y arcillas.
Sin embargo son generosas, producen racimitos prietos y sanos, y su desarrollo foliar ha sido, a pesar de todo, espectacular.
La expectación ha sido máxima. Hemos asistido al primer embarazo de nuestro viñedo.