Definitivamente, parece que hemos logrado controlar la fauna.
Por primera vez los estorninos nos han dejado tranquilos. En agosto, cuando se preveía su llegada, la uva aún no había madurado. Avanzado el mes de septiembre ya habían emigrado y no hizo falta coser las redes como el año anterior.
La segunda granizada del 9 de agosto fue tremenda, y a pesar de las redes, la parte sobresaliente de los pámpanos quedó gravemente afectada. Las dos posteriores, aunque menos fuertes, siguieron castigando las hojas más expuestas.
Este año, en que hemos dedicado toda nuestra inversión para la construcción de la bodega en el dominio, no hemos terminado aún de instalar redes en los pagos del Calar de la Zorra, y el Corral de la Discordia. Aquí los daños han sido muy importantes y, por 7º año consecutivo, seguimos sin cosechar.
En los pagos de La Tinaja, La Cuestecica, El Altico, Las Perreras y La Carrasca , toda la uva protegida ha logrado madurar lentamente y hemos podido cosecharla con un alto grado de sanidad. Según la variedad, la selección ha sido muy meticulosa en el viñedo y se ha realizado una segunda selección a la entrada en bodega.
Una planta dañada por el granizo junto con unas lluvias persistentes nos han mantenido hasta el final de la campaña ante la dicotomía de optar por descargar uva o mantenerla en la cepa. Prácticamente a diario hemos tenido que decidir en el viñedo qué racimos sacrificar para que las plantas perjudicadas pudieran destinar la energía suficiente para madurar los racimos restantes, y qué otros mantener, ante las frecuentes previsiones de lluvia, con el objeto de diluir el agua absorbida por la planta entre el mayor número posible de racimos, y así evitar que reventaran las uvas y apareciera la temida pudrición.
Finalmente, a pesar del extraordinario progreso que el viñedo ha experimentado con los trabajos de poda practicados, la cosecha ha sido reducida, más aún que el año anterior. El primer pase se ha retrasado, este año, 30 días respecto de 2017.
- El 26 de septiembre, empezamos con el Chardonnay
- El 1 de octubre, seguimos con Viognier, Pinot Noir, y unos testimoniales Gewürztraminer y Sauvignon Blanc
- El 5 de octubre seguimos con el Syrah
- El 20 de octubre, finalizamos con el Monastrell
El tamaño de los racimos sigue la tónica del 2017, con un peso medio de 200 gramos.
Pinot Noir 09/09/2018

Cosecha Chardonnay 26/09/2018

En el caso de la uva Monastrell, nuestro partner del paraje del Aceniche, en Bullas, cultivó con gran esmero la parcela que nos dedica. Nuestra previsión estimada era de 3000 kg de unas extraordinarias uvas ecológicas de cepas de 58 años. Finalmente, el día de la cosecha seleccionamos tan solo el 10% de la uva. Aquí los estragos del tiempo se hicieron notar aún más que en Inazares, por no estar protegido el viñedo. Nos llevó toda una jornada de 4 operarios elegir cuidadosamente 350 Kg de la más preciada uva Monastrell. Diminutos racimos de 150 gramos que maduraron al abrigo de los brazos fornidos de las cepas formadas en vaso.
Un año más, hemos quedado muy satisfechos por haber logrado una uva de gran calidad, a pesar de los grandes desafíos que nos ha traído el clima.
Si en años anteriores la edición ha sido muy limitada, la de esta añada ha sido una auténtica filigrana.
