Desde el siglo XI, el entorno de Inazares ha permanecido inalterado. Aislados, a 70km su ayuntamiento en Moratalla, y a más de 25 km de la pedanía más cercana, los habitantes de este paraje se han dedicado históricamente al cereal y al pastoreo. El paisaje lo conforman montañas y valles de encinas y pino negral, con un sotobosque de romero, enebro, lentisco, sabina, tomillo y una gran variedad de plantas aromáticas.
Este aislamiento ha favorecido la conservación de las costumbres y un respeto ancestral por el entorno natural, como fuente de abastecimiento para el sustento de sus habitantes.
Con tan solo 18 habitantes, en este rincón se practica el modo de vida Slow por excelencia.
En el año 2000 se inauguró un complejo turístico rural que ha significado la fijación al territorio de esta pequeña comunidad.
Gran parte del entorno tiene calificación ambiental de máxima protección, LIC, ZEPA y figura en el catálogo de la Red Natura 2000 de la Unión Europea, para conservación de la biodiversidad. El cielo de Inazares fue calificado por la NASA, en el año 2000, como el mejor del continente europeo para la observación astronómica.
La llegada de José Andrés Prieto y su familia, en mayo de 2000, supuso un cierto revulsivo para sus habitantes, quienes observaron, no sin escepticismo, cómo de una loma improductiva podía surgir la plantación de un cultivo jamás introducido antes en su territorio.
Denario Antonino Pio. Año 154 d.c. hallado en el dominio de Alto de Inazares en 2001

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