El mes de septiembre 2019 fue típico en Inazares, a pesar de la Dana de mediados de mes que devastó tantas localidades de la geografía española. Las temperaturas fueron templadas, de 20ºC a 24ºC, con lluvias intermitentes.
Noviembre fue moderadamente lluvioso.
El invierno fue templado con mínimas de -6ºC, y el régimen de lluvias habitual. A primeros de 2020, hubo una gran nevada, la mayor de los últimos 20 años, que dejó más de 60 cm de nieve.
Unos primeros golpes de calor animaron el despertar de las yemas a finales de febrero, antes de iniciar la poda en seco.
En marzo se inició un ciclo continuado de lluvias que hizo recordar las primaveras de hace más de 15 años. Los días fueron fríos con picos máximos de 14ºC. El arroyo de Inazares volvió a brotar con un caudal inusual.
El mes de abril resultó frío y lluvioso. Nos libramos de los granizos tempranos que venían siendo usuales en los últimos años.
La primera semana de mayo fue templada y soleada.
A mediados de mes tuvimos 8 días de lluvia continuada a razón de 6 a 10 litros diarios. Las temperaturas máximas se situaron entre 6ºC y 10ºC.
Junio es el mes normalmente más benigno. Llovió moderadamente, hizo sol, las temperaturas fueron suaves y la brisa acompañó manteniendo el viñedo con una sanidad óptima.
La cosecha de cereal fue muy generosa en la comarca.
Julio trajo unas lluvias muy favorables antes de la parada vegetativa.
A partir del envero, el tiempo se mostró seco. Las máximas alcanzaron los 34ºC, pero sin olas de calor.
La temporada fue espectacularmente buena para el racimo que creció sano y vigoroso. La cosecha se preveía más generosa que otros años.
No hubo episodios de granizo durante toda la temporada, excepto uno leve que apenas dañó las hojas, sin alcanzar los sarmientos. Como siempre, las redes protegieron al completo los racimos, lo que no evitó algunos momentos de angustia, cuando el cielo se tornaba negro sobre nuestras cabezas.
Todo un año de esfuerzo está en juego.
El mes de septiembre entró seco y templado con temperaturas de 24ºC que se mantuvieron estables hasta la cosecha, que se concentró en la segunda semana de octubre.